Crítica de Artes Visuales

“Desaparecidos”, un pasado que nos une

Por: Ma. Fernanda Chávez Welsh

“Los Desaparecidos”, muestra visual de veinticuatro artistas latinoamericanos que, unidos bajo el tópico de las desapariciones ocurridas en dictaduras militares sudamericanas, han logrado formar una sincera, dura y hermosa creación humana.

Esta exposición itinerante parte en 2005 en el museo de Arte de Dakota del Norte, y culminará el 2010 en el museo de Arte de Weisman, Estados Unidos.

Está abierta al público gratuitamente en nuestro país desde el 8 de marzo hasta el 27 de abril, en la Galería de artes visuales del Centro Cultural Matucana 100.

Participan de esta notable muestra artístico-histórica Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia, Venezuela, Guatemala y Chile. Estos siete países, dan muestra, a través de sus creadores, de la desolación, la impotencia, el dolor y horror que tuvieron que vivir sus pueblos.

Marcelo Brodsky, artista argentino, nacido en 1959 en Buenos Aires, logra crear una atmósfera melancólica real con su obra “Buena Memoria”, realizada en 1997. Luego de vivir varios años en España tras el golpe militar de su país, encuentra una foto escolar de su curso de primer año del Colegio Nacional de Buenos Aires. Es entonces cuando decide explicar lo que le sucedió a cada uno de los que aparecen en ella, escribiendo sobre la foto con lápices de colores, trazos suaves y encerrando la cara de cada uno de ellos.

Esta obra consigue conmover al espectador, pues da cuenta de cómo la inocencia infantil no quedó exenta de terribles torturas y muertes. Además expresa no tan sólo el pasado de ese país, sino que -con una sutileza máxima- Brodsky, logra retratar el reflejo de las caras de alumnos actuales de ese colegio, mirando la obra expuesta veinticinco años después de lo ocurrido en esos mismos pasillos. Esas fotos verdaderamente demuestran que la sangre vertida en tierras latinoamericanas aún se vive con dolor, y son muestra fiel de un pasado que siempre nos unirá como naciones.

Finalmente, esta exposición resulta ser, un gran paso para nuestro país en la aceptación y duelo que aún se vive por los desaparecidos del golpe militar chileno. Y la importancia real, radica en que se pueda mostrar en la actualidad una muestra de este tipo, sin vivir la censura, que no hace tantos años vivió nuestra sociedad. Sin duda esta muestra visual, identifica y conmueve al chileno, porque la pasión con que los artistas dieron paso a la creación de estas magníficas obras, son algo similar a la pasión con la cual se movieron nuestros detenidos desaparecidos.