Maletín Literario: ¿una medida más o una solución de fondo?
Por: Ma. Fernanda Chávez Welsh
El miércoles recién pasado, en el contexto del “Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor”, se dio marcha a la nueva medida propuesta por Michelle Bachelet, la entrega del “Maletín Literario” que beneficiará a 400 mil familias de escasos recursos. Esta disposición consiste en una biblioteca básica integrada por un atlas, un diccionario enciclopédico y cuatro o cinco libros de literatura chilena y universal.
El proyecto, coordinado por la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos, DIBAM, beneficiará en una primera etapa durante este año a 133 mil familias cuyos hijos cursen el 1º y 4º año de enseñanza básica. En enero de este año, mediante licitación pública gestionada a través del portal Chilecompra, se adjudicaron las adquisiciones de un millón 266 mil libros que conforman la primera etapa del Maletín Literario, con una inversión que alcanza los 2.078 millones de pesos.
Los responsables de seleccionar los libros que se incluyeron en la puesta en marcha de esta propuesta fue una comisión integrada por Hugo Montes, Premio Nacional de Educación; José Miguel Varas, Premio Nacional de Literatura; Marta Blanco, escritora y periodista; Patricia May, antropóloga; Ana María Zurita, profesora; Alberto Fuguet, escritor y periodista; Rafael Gumucio, escritor; Benito Baranda, del Hogar de Cristo; Omar Lara, poeta, director de revista Trilce; Felipe Alliende, escritor; Viviana García, bibliotecaria; Jorge Zambra, escritor; Elicura Chiluailaf, poeta Y Enrique Lafourcade, escritor y periodista.
Verdadera problemática
Es importante destacar el problema real al que apunta esta iniciativa: paliar la falta de acceso a los libros que sufre parte la población, y por ende a la lectura. Las razones por las cuales no pueden acceder a ellos, son varias, entre las que causan mayor resonancia y veracidad está el alto valor que tienen los libros en nuestro país.
Esto se debe a dos puntos importantes, el primero es el impuesto de IVA del 19% que se aplica a la comercialización de los libros. Y la otra es el reducido tamaño del mercado nacional, que obliga a los distribuidores a traer pequeñas partidas, lo cual hace que se encarezca aún más el mercado y la comercialización de éstos.
Otro factor importante y necesario de destacar, es la falta de interés que tienen los chilenos por la lectura. Un estudio realizado en 2006 por la Fundación La Fuente y Adimark, concluyó que el 47.3% de las personas que no leen, aducen que simplemente no lo hacen porque no les interesa, mientras que un 57% afirmó leer menos que hace cinco años. Este panorama, hace que el actual problema que intenta solucionar el gobierno, se enmarque tan sólo como una de las diversas aristas de esta problemática; la cual no es tan sólo el alto valor del libro el que hace que en Chile no se lea, sino que también está la indiferencia -que arrojó ese estudio- con que los chilenos se enfrentan a la lectura.
Diversas Posturas
Esta idea global en pos de un incremento de lectura en las y los chilenos, tiene medidas reales, las cuales son que desde este año hasta el 2010 todas las escuelas y liceos tengan bibliotecas escolares, además de la creación de 1200 más, llamadas Centros de Recursos para el Aprendizaje.
Por otra parte estas iniciativas, parecen no ser las más adecuadas para Francisco Chahuán, diputado y vicepresidente de Renovación Nacional, quien afirma que aunque valora la iniciativa gubernamental de entregar un maletín literario para incentivar la lectura, ésta "no puede ser la política cultural, sino que una más entre varias otras". En este sentido, destacó la importancia de la liberación o reducción del IVA a los libros, lo cual a su juicio "es fundamental para fomentar la lectura y democratizarla", afirmó al diario El Mercurio el 23 de abril.
Para Enrique Lafourcade, integrante de la Comisión evaluadora de libros, la iniciativa gubernamental del Maletín Literario jugará un rol clave en el combate a la inequidad cultural, particularmente en el ámbito del acceso a los libros por parte de las familias más pobres del país. Pese a que cree que se trata de una iniciativa que debe afinarse, le pareció "una buena idea intervenir las clases bajas, los analfabetos, las poblaciones. Intervenirlos con un don, una especie de obsequio creador como va a ser el Maletín Literario" indicó en una entrevista a radio Cooperativa.
¿Futuro promisorio?
Junto a las medidas adoptadas por el gobierno, y escuchando las posturas de otros actores sociales, la implementación del maletín literario se debería enmarcar en un eje de acción conjunta con los gobiernos regionales y entidades privadas, para así de esta forma dotar de mejor forma la creación de estas nuevas 1.200 bibliotecas públicas.
Además si es que no se realiza una campaña o se trabaja en conjunto con personas motivadoras de la lectura en bibliotecas públicas, esta medida quedará incompleta y no cumplirá a cabalidad con su principal objetivo, que es aumentar el acceso a los libros a la población de menores recursos. Por otra parte es necesario dejar en claro que en Chile no sólo se necesita trabajar con los sectores más bajos, sino que se hace urgente la promoción de una política pública en torno al hábito de la lectura nacional, posicionándola como una necesidad cultural cotidiana, la cual debe ir de la mano con la disminución del valor del libro en nuestro país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario